Denominamos uña encarnada a aquella situación en la cual el borde de la uña se entierra dentro de la piel de algún dedo del pie. La introducción de la uña dentro de la piel suele ser una consecuencia directa de la presión del zapato, de un mal corte de la uña o debido a alteraciones anatómicas de la misma.
Además, una de las peores complicaciones derivadas de la uña encarnada, es que puede llegar a infectarse y provocar un fuerte dolor al paciente.