Todo el mundo ha oído hablar de los callos en los pies y es que se trata de un problema podológico muy común entre la población. Los callos de los pies son la acumulación de células muertas en un área concreta del pie que se va endureciendo con el paso del tiempo.
Esta formación es una manera que tiene nuestro cuerpo de protegerse frente a la presión que un determinado tipo de calzado puede ejercer en los pies. Es una señal de que estamos utilizando calzado con unas características inadecuadas para nuestros pies, como zapatos demasiado grandes o pequeños o con una horma demasiado ajustada.
El calzado no es el único factor que favorece la formación de callos, sino que hay algunas patologías podológicas que ayudan a su desarrollo como pueden ser los dedos en garra o anomalías biomecánicas. Para evitar los callos y otros problemas más graves, recomendamos acudir a la consulta del podólogo ante los primeros síntomas.
Por lo general, las zonas más comunes en las que aparecen los callos suelen ser el talón o la almohadilla del pie. El dedo meñique, que por lo general es el que más está en contacto directo con el calzado, suele ser el dedo que más se ve afectado por los callos.
Consejos del podólogo para eliminar los callos en los pies
Muchas personas tratan de eliminar sus callos desde casa utilizando piedra pómez o una lima, pero hay algunas ocasiones en las que la acumulación de células muertas es muy grande e incluso puede estar provocando dolor al paciente.
Son estas situaciones en las que el podólogo mejor que nadie sabrá cuál es el método adecuado para acabar con los callos en los pies. Desde nuestra clínica de podología de Madrid siempre recomendamos acudir al especialista en el momento en el que se presenten los primeros síntomas para evitar en la medida de lo posible que vuelvan a aparecer de nuevo.
Consejos para evitar los callos en los pies
- Utiliza un zapato adecuado a la forma de tus pies. La fricción y el roce del zapato en distintas zonas de los pies es el principal origen de los callos. Asegúrate que los zapatos que utilizas no te quedan ni demasiado holgados ni demasiado apretados. Intenta cambiar los zapatos que usas a lo largo de la semana y no elijas siempre los mismos.
- Hidrata tus pies. La sequedad en la piel de los pies siempre facilitará la formación de callos. Utiliza cremas hidratantes al salir de la ducha y antes de irte a dormir para mantener hidratada y suave esta zona.
- Utiliza productos de ortopedia. Hay productos especialmente diseñados para personas que son propensas a tener callos y que facilitan la deambulación sin dolor.