En muchas ocasiones nos guiamos a la hora de elegir un calzado por la estética y apariencia del mismo, dejando algo de lado la funcionalidad y la calidad. La realidad es que, una mala elección en el calzado, tiene más consecuencias en nuestros pies de las que nos imaginamos.
Un zapato es la estructura sobre la que se asientan nuestros pies durante muchas horas al día. Por ello, es importante tener en cuenta que deben sujetar adecuadamente los pies y los tobillos, no ser demasiado holgados ni apretar en exceso. Un buen calzado no debe molestar al llevarlo puesto, sino que tiene que permitir una deambulación normal.
Si practicas deporte con cierta frecuencia, conviene que tengas unas zapatillas apropiadas al tipo de deporte que realices. No todas ofrecen las mismas características y es importante elegir aquellas con una suela y un material adecuados a la actividad física. Esta simple decisión te ayudará a prevenir lesiones y mejorar tu rendimiento deportivo.
El material con el que estén fabricados los zapatos debe influir también en la elección del calzado. En las épocas invernales, el zapato tiene que facilitar la transpiración para evitar que el pie esté húmedo por la acción del sudor. Durante el verano, el uso de sandalias o chancletas fabricadas con plástico de mala calidad puede provocar dermatitis en nuestra piel.
El Doctor Francisco Muñoz Piqueras, podólogo, fundador y director de Clínica Piqueras en Madrid, nos da las claves para elegir un calzado adecuado en la revista Fuera de Serie de La Expansión.