El ejercicio al aire libre es una de las actividades más elegidas durante el verano, ya sea en caminatas de senderismo, alta montaña o en largas etapas como las del Camino de Santiago. En estas actividades, los pies cobran especial protagonismo, pues son los que durante horas van a cargar con el peso de nuestro cuerpo y con la carga que llevemos a nuestra espalda.
En este post te enseñamos cómo cuidar los pies antes de una caminata y evitar así el dolor de pies durante la marcha. Para ello, es importante prestar atención a una serie de aspectos que pueden prevenir tanto lesiones como malestar durante la actividad al aire libre.
Cómo evitar el dolor de pies durante una caminata
1. Elige el calzado adecuado
La elección del calzado es uno de los factores más decisivos para prevenir molestias y lesiones. Es necesario seleccionar el calzado según el tipo de actividad que se vaya a practicar.
Si tienes previsto realizar marchas de alta montaña, lo adecuado es elegir unas botas de caña alta por encima del tobillo para protegerlo y mantener una alta sujeción. Si tienes previsto realizar marchas de senderismo más suaves, unas botas de caña baja por debajo del tobillo serán suficientes para este tipo de actividad.
Asegúrate que en ambos casos la suela sea impermeable para evitar que entre humedad en los pies y que la puntera está reforzada para proteger los dedos frente a golpes. ¡Muy importante! Nunca estrenes el calzado el mismo día de la actividad al aire libre, ya que puede producirte rozaduras. Nuestro consejo es que utilices previamente el calzado para que vaya adoptando la forma de tus pies y se ablanden.
2. Prepara los pies previamente para el ejercicio
Una de las principales consecuencias que hemos observado en nuestros pacientes que realizan actividades al aire libre es la aparición de ampollas en los pies. El uso de un calzado que no es el habitual, el sobreesfuerzo físico y las altas temperaturas son factores decisivos para que se generen.
Para evitar las ampollas en estas situaciones, aplícate vaselina en toda la planta del pie antes de comenzar a andar, ayudará a que no se formen las molestas ampollas.
3. Cuidados después de la marcha
Después de realizar actividades de senderismo o marchas, los pies pueden estar algo resentidos por el esfuerzo físico. Para darles los cuidados que necesitan después de estas actividades es conveniente lavar los pies con agua fría para favorecer la circulación y eliminar la suciedad, así como realizar un masaje para descomprimir las articulaciones.